Regresión #1

miércoles, 2 de diciembre de 2009
Te eché de menos aquella noche no tan lejana, y aún hoy guardo ese recuerdo.
¿Qué esperaba? No lo sé; ¿qué quería? Te lo podría escribir.
Es confuso o está muy claro. Lo que sé es que me encantaría compartir todas las tardes del mundo
contigo, cruzar conversaciones trascendentales,
que no tengan la mayoría de los mortales; bordar en el paso del tiempo una historia hecha de amor y cariño.
Lo que también sé, pero digo menos, es que no estás loco, o estás lo suficientemente cuerdo para no pensar en mí.
Qué bonito sería, ahora que lo pienso... Qué placentera vida, qué felicidad de sueño...
Aún escucho cada día tu voz, que ni suave ni agradable, despierta en mí las mil ideas de este oculto sueño.
Define mi contorno con las yemas de tus dedos, palpa cada poro de mi piel con tus labios y tus besos; clava tu mirada en mí y descúbreme, si aún no lo has hecho.

Vamos a creer que se nos acabó la razón y dejamos de estar cuerdos. Vamos a pensar que somos inmortales y a reírnos de esos pobres retales de vida.

24-2-09
Pero aún te sigo sintiendo. No me olvides, te lo pido.

Foto: El rapto de Perséfone, de Bernini.

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