Dark/Light

viernes, 25 de diciembre de 2009
Odiándote como te odio, aún te quiero, y aún deseo que esas cosas que escribes sean para mí.
Aunque haya visto tu sonrisa secreta, mi corazón no parece resentirse, si no más bien morir cada vez un poco más; por esta confusión velada de ilusión, por esta mierda que creo que es amor, y si lo es, prefiero que me contestes no.
Creo ahora más que nunca que lo escribo, que esta oscuridad que me cubre como el más cálido de los abrazos es por culpa tuya. Pensaba que no me importabas... ¿Pero qué importa que piense, si todo en este asunto se siente?
Pocos lo saben, pero sí: tienes un segundo traje, otra mirada... una sonrisa secreta...

http://www.youtube.com/watch?v=pbnySzOVMcU

Regresión #1

miércoles, 2 de diciembre de 2009
Te eché de menos aquella noche no tan lejana, y aún hoy guardo ese recuerdo.
¿Qué esperaba? No lo sé; ¿qué quería? Te lo podría escribir.
Es confuso o está muy claro. Lo que sé es que me encantaría compartir todas las tardes del mundo
contigo, cruzar conversaciones trascendentales,
que no tengan la mayoría de los mortales; bordar en el paso del tiempo una historia hecha de amor y cariño.
Lo que también sé, pero digo menos, es que no estás loco, o estás lo suficientemente cuerdo para no pensar en mí.
Qué bonito sería, ahora que lo pienso... Qué placentera vida, qué felicidad de sueño...
Aún escucho cada día tu voz, que ni suave ni agradable, despierta en mí las mil ideas de este oculto sueño.
Define mi contorno con las yemas de tus dedos, palpa cada poro de mi piel con tus labios y tus besos; clava tu mirada en mí y descúbreme, si aún no lo has hecho.

Vamos a creer que se nos acabó la razón y dejamos de estar cuerdos. Vamos a pensar que somos inmortales y a reírnos de esos pobres retales de vida.

24-2-09
Pero aún te sigo sintiendo. No me olvides, te lo pido.

Foto: El rapto de Perséfone, de Bernini.

Special Ocasions

lunes, 30 de noviembre de 2009
http://www.youtube.com/watch?v=2TxcdlUC9hU&feature=related

Una ráfaga de esperanza en este vendabal negro;
un soplo de aire cálido en el entrante invierno.
Un suspiro como oda al mismísmo amor;
tú como mayor ejemplo de la perfección.

Sobre el destino nuestra unión cabalga;
es cuestión de tiempo, espera amarga.
Mas todo el que aguarda tiene recompensa;
yo seré de tus terribles labios dulce presa.

Warped

sábado, 28 de noviembre de 2009
No todo lo antiguo ha de estar desgastado; no todo lo
bello ha de ser nuevo.
El amor viene del pasado, del recuerdo, de lo que ya
algunos han olvidado.
La noche ahora es mi día, porque en sueños te veo,
porque vivo en tus brazos.
Y resulta que ahora estamos tan lejanos, tan cercanos,
que no veo la hora en la que encontremos un punto
en común.
¿Cuándo llegará la hora prometida? ¿Qué será de
nuestros pasos? ¿Querrá el destino acordarse de
nosotros, pobre seres mundanos?

Lacrimae

jueves, 26 de noviembre de 2009
Las lágrimas salen de mis ojos expulsando escalofríos y creando otros nuevos al recorrer mi piel. Como aquellas caricias que no me diste; como aquel roce de labios que jamás tuvo lugar y, sin embargo, mi piel pareció notar.
Es ya irremediable el dolor cuando todo ante tu amor me parece de lo más superficial. Me encierro en ti y en mi, en un futuro y un destino que nos une inexistente. Porque hasta que no ocurre, no es real, no deja de ser sueño ni de se mentira.
Tengo la sensación de que todo perecerá: la belleza, el alma, mi cuerpo, el tuyo... Y esto, tras un milenio, seguiré sintiéndol; cómo si algo palpable continuase creciendo.
El roble milenario de mis recuerdos junto con los tuyos. Algo efímero, pero tan austero que podrá pasar por eterno.
Jamás hubo dudas, ni las habrá. Cuando te vuelva a ver, el cielo temblará y mi alma, y mi todo, y mi ser, y mi nada... Porque sólo quiero que te lleves lo poco que soy.

Mille regretz

jueves, 17 de septiembre de 2009
He perdido la llave, o he perdido la cerradura. No lo sé. Ahora mismo, sé muy pocas cosas.
Sé, por ejemplo, que no quiero estar donde estoy ahora mismo; sé que no sé hacer nada ni jamás sabré. Sé, también, que todo es confusión e inestabilidad a mi alrededor. Es sorprendente cómo el pesimismo se apodera de una persona en sólo dos días. 
El fallo lo inicia y la indiferencia del entorno le alimenta. 
Lo único que me permitía desahogarme ha desaparecido. Mi mente no deja salir nada y, a cambio, me ha dotado de cierta sensibilidad para dejar entrar otras cosas. Antes disfrutaba la música y no la sentía; ahora la siento y la padezco. 
No ansío el amor, sino el sufrimiento, que no vale para nada. Vivir el presente no es suficiente; pensar en el mañana, en que se vaya, es menú cotidiano.
Y ya, simplemente como conclusión, y muy alejada del amor, quiero, amo, sueño y ansío desesperadamente una compañía que me entienda, que sepa quién soy y qué no tengo. La he encontrado, la veo. Pero se queda solamente en eso; un deseo. Será propio de estas fechas. Pero jamás he estado tan segura de querer a alguien. El amor es una baratija comparado con este sentimiento. 
No te extrañes si me ves caminar feliz, moviéndome de un lado a otro. No sé qué es, jamás lo he sabido, pero siempre ha sido así. 
Supongo que sólo se guardarme las cosas porque jamás a nadie le ha interesado escucharlas. 
No te robo más tiempo con quejas y anhelos. Supongo que será la última carta. 
Quién sabe, el tiempo dirá.

Ana, 11 de Diciembre de 2008. A: Andreas Corelli.


Ahora sé que no, que no será la última carta. Porque cada día es un paso en la vida y en el camino está el dolor. 

Dime, Andreas Corelli, si es verdad que no puede evitarse. Porque yo lo creo.

Only you

lunes, 7 de septiembre de 2009

Para mí, tu vida es todo un misterio. Pero al ver el resultado, desgraciadamente, no me queda más remedio que admitir que es verdad que el fin justifica los medios. 

El dolor hace que la perfección fragüe. Y tú eres tan perfecto... ¿Cómo quiere la razón hacerme olvidar? ¿Cómo pretenden los demás volverte normal?

Erato, Euterpe o tú

sábado, 16 de mayo de 2009
Hace días, hace horas que pienso sin pensar,
que digo sin decir,
que crezco sin trabar,
que me destruyo sin cesar.
Hace días que ya no ronda esa idea,
esa alma, esa estrella.
Como si esa letra, si esa música,
no hubiese existido nunca.
Hace como años que no consigo enlazar
un verso, una sílaba, una nota musical,
pero, por otro lado, parece que
eso jamás perteneció a la realidad.
Ni siquiera existió su marcha,
su voz, su sonido, su todo y su nada;
sus medias tintas, su entrega sin igual,
o sus ojos felinos que me quisieron asesinar.
Hace meses que no consigo despegar
de mis labios alguna gran pregunta
que te haga respirar,
sentir, reír, gozar.
Hace años que de ti
no puedo arrancar
ningún sentimiento del más allá,
ningún alma llena de paz.
Hace días, pensamientos u horas
que me pregunto ya sin cesar,
que me ahoga hasta el aire por respirar,
que me inunda los oídos de más y más,
más y más lágrimas por soñar,
que no me deja dormir, no me deja conciliar
ninguna poesía, único momento para descansar.
La maldita pregunta,
la agonía presunta,
de que ya no puedo crear,
de que ya no puedo imaginar,
de que ya no pueda sacar,
apenas susurros de mi verdad.
La horrorosa opinión, la plausible evidencia,
de que no sea ni el mundo ni mi corazón,
simplemente lo haga yo.
Hace ya mucho tiempo, muchas noches,
muchos desvelos sin nadie velar,
que tengo la presente certeza
de que ya no ha habido mayor verdad
que sólo tú le has robado
el encanto a mis manos,
el duende a mi alma,
la razón a mi corazón,
y todo ya te lo has llevado.

Diferencias, caballero

domingo, 8 de marzo de 2009
Andaba por el pasillo de la mansión, bien transitado en aquel momento. Yo iba charlando con una amiga. Ambas estábamos nerviosas por la cena de aquella noche. Sin duda, era importante, y lo sabíamos.
Caminábamos con parsimonia, aunque nuestras palabras eran atropelladas. Mi amiga me estaba explicando algo cuando nos cruzamos. Por unos segundos, me aislé del mundo por completo y fijé mi mirada en él.
Y en la cortesía que merece el cruce con un conocido (algo más, claro. Pero él no debía saberlo) quise saludarle. Pero hubo algo que me paralizó. Como si se tratase de un sueño, fruto de la imaginación... Con la cara inexpresiva, y casi al filo de perdernos de vista, me guiñó un ojo.
Qué cosa tan extraña recorrió mi cuerpo. Entramos en el salón, pero yo no era consciente... Seguía enagenada, ausente... Al fin desperté y miré a mi amiga con los ojos brillantes.
- Ni en sueños me había sentido tan libre.
Ella negó con la cabeza, con un gesto de evidencia en su cara y se marchó. Cuando yo salí, ya no había nadie en los pasillos.
Fui deprisa, trataba de expulsar algo de energía. Me paré en seco.
Una puerta se abrió de golpe, un brazo se extendió y alcanzó el mío, introduciéndome en la habitación de forma brusca.
A penas pude ver el fondo de la estancia cuando ya sentía unos labios cálidos sobre los míos.
Tal vez el beso duró dos segundos, pero me pareció las más maravillosa de las eternidades.
Por fin pude verle, y efectivamente, era él. Quería llorar, de felicidad, de emoción... pero las lágrimas no caían. Y cuando más falta me hacían las palabras no acudían a mi boca.
- Yo...
- Sshh... Te amo, como jamás he amado nadie. Creo que será suficiente...
- Yo...
Me besó de nuevo, me abrazó, me acarició. Fuimos secuestrados por la pasión. Debió ser eso.

The end has no end

martes, 10 de febrero de 2009
Un comienzo siempre es difícil.
Un comienzo es siempre extraño, vacío. Da la sensación de que dejas muchas cosas atrás.
Aún peor; no sabes qué vas a hacer, ni a dónde vas a ir, ni a qué vas a dirigir tus pensamientos si no es a lo que ya has vivido.
Un comienzo siempre puede ser la continuación de lo anterior, pero es mejor que sea una historia nueva.
Un camino por recorrer o una página por escribir.
En este caso, una entrada por publicar.
Bienvenidos a What it is! Gracias por pasar y leer.